martes, 4 de marzo de 2008

Nuestros tatarabuelos (japoneses) sí sabían: apodos regios y nuestro trabajo

En el número de hoy de "nuestros tatarabuelos sí sabían", vamos a considerar los apodos regios. Esta costumbre, que algún antepasado medieval nuestro inventó, otorga a todos los reyes un mote o apodo regio que va unido a su nombre, y que le hace fácil de recordar. El pueblo, siempre tan original, recurrió a motes nada evidentes como Luis "El Calvo", Sancho "El gordo", Alfonso "El Jorobado", y a ironías del estilo de Fernando "El Deseado" (el peor rey de España), Santa Irene (le sacó los ojos a su hijo), o Juan "Sin tierra" (¿un rey sin tierra?).

Sin embargo, en algún momento, nuestros bisabuelos perdieron la costumbre de los regios motes, y así Isabel II ya no tiene sobrenombre. Mientras que nuestros bisabuelos despreciaban tan milenaria costumbre, los japoneses se aplicaban a ella con renovada energía.

Efectiva y tristemente, los japoneses tienen un sistema por el cual se asigna un nombre oficial al emperador cuando éste muere, y su reinado es conocido como la era del sobrenombre del emperador finado. Al hacer esto, y al forzar que el nombre del emperador sea olvidado, sólo el mote regio, que ha sido impuesto por su sucesor, es recordado, lo que crea un efecto publicitario que envidiarían nuestros políticos - si alguno tuviera la cultura necesaria para conocerlos. Así, tenemos la era meiji (o era del gobierno ilustrado), que nadie recuerda por otro nombre; y, así, desgraciadamente, tenemos otras manipulaciones japonesas de su propio pasado: la era de Hirohito es conocida como "Era Shōwa" - es decir, "paz ilustrada".

Analicemos esto: el hombre que gobernaba en Japón cuando se invadió China y se cometieron masacres como la de Nanking, es el hombre de la paz ilustrada; el hombre que presidía el país y era considerado un dios con autoridad suprema para decidir que hacer en tiempos del ataque a Pearl Harbor, es el hombre de la paz ilustrada.

Este hombre con apariencia tan poco marcial perdió la guerra contra China, contra Rusia, contra EE.UU. ¿Adivináis uno de los pocos países a los que venció? Efectivamente, a Francia, a la que arrebató Indochina. Y, también efectivamente, no tiene mérito ninguno.

¿Cómo no hemos aprendido de este truco antes? Bien, vamos a aplicarlo a nuestro trabajo. Por lo tanto, necesitamos un nombre con el que calificar esta etapa. Sugiero hacer una encuesta pública, en la que deberían incluirse como opciones:
  • La era del triunfo aplastante
  • La era del éxito fulgurante
  • La era de la justa recompensa
  • La era del justo y bien retribuido trabajo
  • La era de la victoria
Personalmente, me decanto por la última, pero estoy abierto a sugerencias antes de lanzar la encuesta.

Posdata: En un acto que nos recuerda que los japoneses no se avergüenzan lo suficiente de su pasado militarista, el anterior primer ministro Shinzo Abe, ha dicho en varias ocasiones (y cuando era primer ministro), que no creía que ninguna mujer hubiera sido forzada a cumplir con los deseos de los soldados japoneses, y que retiraba el perdón que por ello se había pedido.

3 comentarios:

Hey dijo...

Los apodos más fetén, los de Homero:
Hera la de ojos de novilla, Ulises fecundo en ardides, Aquiles el asolador de ciudades, Forrakles el de terso cutis...

@javiergarias dijo...

Pues yo creo que me quedo con el de G. Bush: "El liberador"

@SguioS dijo...

Y lo del nombre no lo resolvieron en un debate? Pobres...

Resultado encuestas



Conclusiones anteriores:
- no podríamos trabajar sin internet, y uno de nuestros lectores es un router...
- todo el mundo miente...
- nadie da ni chapa
- el 11.11% de la población es celíaca y que otro 11% no ha probado las croquetas...
- Epi es un plátano y el 25% de los lectores no tenían tele de pequeños
- Los ciegos navegan por internet a base de golpes y son unos cyberludópatas.
- Sakozy se pone hasta las patas