En nuestra lista de dictadores que desearon transformar su sociedad destaca con luz propia Niyazov. Este hombre, que llegó a la presidencia de Turkmenistán en la época del derrumbe soviético, estaba decidido a que su paso por el gobierno fuera inolvidable (al mejor estilo del faraón Bender). Empezó con medidas tradicionales, comunes a muchos otros dictadores, y que no permitían presagiar su genio, como, por ejemplo, declararse presidente de por vida u organizar planes quinquenales.
Pero, un día, probablemente siendo presidente de por vida y libre ya de las ataduras de la democracia, su talento explotó, y comenzó a publicar edictos realmente útiles para su pueblo:
- El juramento hipocrático debía ser reemplazado por un juramento de lealtad al presidente. Una medida lógica: la salud de la nación es más importante que la salud de sus habitantes, y sin el presidente no hay nación ¿no?
- Cambio del alfabeto cirílico (que recordaba demasiado a Rusia) por un alfabeto nuevo (que Niyazov entendía perfectamente, ya que era un genial literato - ver siguiente punto).
- Lectura obligada de los libros del presidente, entre los que se incluye "Ruhnama", una guía espiritual, llena de poemas (algunos del propio presidente), preceptos islámicos, una interpretación de la historia de Turkmenistán y una biografía del Niyazov. La lectura era por bien de los ciudadanos - Niyazov aseguró que el Señor en persona le había dicho que quién leyera tres veces Ruhnama iría al paraíso.
Pero, un día, probablemente siendo presidente de por vida y libre ya de las ataduras de la democracia, su talento explotó, y comenzó a publicar edictos realmente útiles para su pueblo:
- El juramento hipocrático debía ser reemplazado por un juramento de lealtad al presidente. Una medida lógica: la salud de la nación es más importante que la salud de sus habitantes, y sin el presidente no hay nación ¿no?
- Cambio del alfabeto cirílico (que recordaba demasiado a Rusia) por un alfabeto nuevo (que Niyazov entendía perfectamente, ya que era un genial literato - ver siguiente punto).
- Lectura obligada de los libros del presidente, entre los que se incluye "Ruhnama", una guía espiritual, llena de poemas (algunos del propio presidente), preceptos islámicos, una interpretación de la historia de Turkmenistán y una biografía del Niyazov. La lectura era por bien de los ciudadanos - Niyazov aseguró que el Señor en persona le había dicho que quién leyera tres veces Ruhnama iría al paraíso.
Monumento a la Ruhnama - foto de Gilad Rom, un fotógrafo israelí que ha dejado la foto con licencias públicas.
- Cambio de los nombres de los días y de los meses para reflejar eventos importantes de la historia del país (A fin de cuentas, ¿que importancia tienen Julio Cesar o Augusto para Turkmenistán?)
- Prohibición del playback en conciertos (una medida con la que muchos españoles podrían estar de acuerdo).
- Limitación a un sólo animal doméstico por familia (los cobardes chinos sólo lo aplican a los hijos).
- Clausura de Internet (es fácil imaginar como aumentaría la productividad en España si se cerrara Internet - ¿o donde estás leyendo esto, en tu casa?)
- Edificación de un monumento a la neutralidad - coronado por una estatua de Niyazov que gira sobre sí misma para estar siempre mirando al sol.
2 comentarios:
Muy bueno, sobretodo el libro gigante!!
Vaya, un monumento a la neutralidad...
En principio suena bien, pero... ¿no es poco neutral hacer esa ostentación de neutralidad? ¿No habría sido mejor añadir al lado un monumento al partidismo, para mantenerse neutral entre esas dos opciones?
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